Vuelo del Ángel
Antes del amanecer la luz del sol no muestra la mayor parte de su espectro de color. El amarillo y el magenta aún no están presentes, queda el reflejo de estas gamas sobre la bóveda y con una luz azulada y sin contraste, el ojo humano percibe los objetos con sus volúmenes atenuados.
Antes de que amanezca, las construcciones del hombre muestran sólo parte de sus volúmenes y sus acentos. Sugiere la escuela budista zen Rinzai que es el momento de escuchar y de observar. Los edificios no muestran todavía las proyecciones de aquellos que los concibieron, de los que los pensaron, los que los imaginaron y realizaron. Aún no muestran su historia y es difícil de reconocer lo que otros pensaron y dijeron sobre los mismos. A esas horas de luz, la visión no es detallada. El reconocimiento no se produce instantáneamente. Es necesario observar para reconocer sus volúmenes, parte de sus detalles. Es el momento de que se nos revele su esen- cia, antes de que la luz del sol muestre los detalles, las parti- cularidades. El carácter que los hace tan diferentes unos de otros.
Después de que amanezca vuelven a su apariencia, recobran su aspecto reflejando de nuevo el espectro completo de la luz solar. Los detalles volverán a pasar al primer plano y de nuevo quedaremos seducidos y maravillados.
AI anochecer y antes de que amanezca se nos ofrece la posibilidad de escapar de la seducción de las apariencias. Tendremos la posibilidad de ver en las sombras.
El gigantesco Buda de Long Men cierra los ojos a la ilusión mientras permanece sentado en su posición de loto. Si observamos esta imagen podemos encontrar algunas claves sobre los usos de la fotografía y la responsabilidad de estos en la construcción de nuestra descripción del mundo y del conocimiento/desconocimiento del mismo.
Los accesos a la Ciudad Prohibida y a la Iglesia de San Pedroson transitados por multitudes, que se dirigen hacia estos lugares sin dudas. Son iconos incuestionables han sido descritos con sus atributos hasta la saciedad, y hemos interiorizado las descripciones como parte de nosotros mismos. No es fácil reconocer una experiencia personal que difiera de la que nos ha sido ofrecida durante nuestros años de acceso al conocimiento a través de largos procesos de entrenamiento:Los años de escuela.
Las catedrales del gótico hoy acogen a peregrinos en visita turística: turismo cultural y turismo espiritual. Hay una nueva descripción que homogeneiza estos edificios. Por encima de su singularidad ondea una descripción que no hace distingos, que los iguala en el catálogo de las piezas que uno puede conocer, el catálogo de las maravillas del mundo, a las que acceder en viaje organizado y/o a través de sus sustitutos, simulaciones y también a través de la fotografía.
Los edificios que son representados en estas fotografías acarrean condiciones como espacios de poder y de espiritualidad, y son utilizados como símbolos de identidad; como características diferenciales. Las fotografías, que a su vez son registro de estas edificaciones, carecen de estos atributos, pero permiten relacionarnos con las atribuciones e imágenes preexistentes que de estos monumentos tenemos interiorizadas. Permiten relacionarnos con nuestra propia ideología.
Las fotografías han sido realizadas siguiendo patrones de representación establecidos en los orígenes de la fotografía, que establecen la ortodoxia en los modos de generar un documento fotográfico referido a una escena con edificio/monumento. La escena se fotografía desde su eje central y el horizonte tiende a colocarse a dos tercios o tres cuartos de altura. Esto exige desplazamientos complejos cuando el eje del edificio se encuentra a alturas considerables. En este sentido se describe la posición de la cámara fotográfica y del fotógrafo como en el vuelo de un ángel.
La elección de sustitutos de los edificios como objetos a fotografiar manifiesta el deseo de formular alertas en complicidad con el espectador, de señalar otras opciones para nuestra percepción de lo real y nuestra capacidad para discernir y separar realidad, discurso y creencia de nuestra propia experiencia.
L as fotografías de esta muestra se refieren en primera instancia a construcciones e Iconos, reconocibles por casi todas las culturas. En segunda instancia a nuestras formas de adquisición del conocimiento. En tercera instancia a la percepción de su nuestra dimensión espiritual a través de la observación.
Se refiere en última instancia al ejercicio de observar los edificios antes de que
amanezca y permitir rque se nos muestren sin artificio. Sin ilusiones.